En 1989 le dieron una nueva oportunidad a Hulka y en Mayo de ese mismo año salio el primer número. La colección duró 60 números, hasta la fecha, la colección más longeva que ha poseído.
Del número 1 al 8 son guionizados y dibujados por John Byrne. En esos comics seguía la linea de sus anteriores historias, satirizando los cliches clásicos del comic. Pero además rompió lo que llamo la cuarta barrera, así Hulka tenía el conocimiento de encontrarse en un comic. De esa forma interactuaba con los guionistas, editores y lectores. Un ejemplo claro es cuando se unió al personal del Fiscal de Distrito Blake Tower, donde conoció a Louise "Suspiros" Mason, quien había sido la superheroína de la Edad Dorada conocida como El Fantasma Rubio. Durante este período, ella descubrió que Mason había convencido a Tower para que contratara a Hulka, de modo que Louise pudiese actuar de nuevo en los comics y así evitar morir de vejez. El esposo de Louise, quien también había sido un personaje de tiras cómicas, había muerto tres años atrás, pero otros personajes más populares de su propia era, como el Capitán América y Namor seguían vigentes y llenos de vigor juvenil.
Del número 1 al 8 son guionizados y dibujados por John Byrne. En esos comics seguía la linea de sus anteriores historias, satirizando los cliches clásicos del comic. Pero además rompió lo que llamo la cuarta barrera, así Hulka tenía el conocimiento de encontrarse en un comic. De esa forma interactuaba con los guionistas, editores y lectores. Un ejemplo claro es cuando se unió al personal del Fiscal de Distrito Blake Tower, donde conoció a Louise "Suspiros" Mason, quien había sido la superheroína de la Edad Dorada conocida como El Fantasma Rubio. Durante este período, ella descubrió que Mason había convencido a Tower para que contratara a Hulka, de modo que Louise pudiese actuar de nuevo en los comics y así evitar morir de vejez. El esposo de Louise, quien también había sido un personaje de tiras cómicas, había muerto tres años atrás, pero otros personajes más populares de su propia era, como el Capitán América y Namor seguían vigentes y llenos de vigor juvenil.
Los números del 9 al 30 desaparecieron de la historia de Hulka, puesto que John Byrne volvió en el número 31, e hizo que esos fueran sólo un sueño y siguió con sus historias donde lo había dejado. El abandono se debió a problemas con sus editores que habían cambiado algunos diálogos de los primeros números para que no hubiera problemas de continuidad con una serie limitada de dos números que se publicaría en 1990, titulado She-Hulk: Ceremony. El principal problema de los números del 9 al 30 era que nadie conseguía el tono adecuado para Hulka, lo que era sátira en manos de Byrne se conviertió en simples parodias y algunas sin demasiada gracia como el salchichonverson (si, si un universo de salchichones). Con la vuelta de Byrne la satira volvió y no dejó titere en pie, sobre todo en sus cubiertas, donde en algunas de ellas puso de manifiesto la practica de hacer portadas espectaculares que muy poco o nada tienen estan relacionadas con la historia interior.
Tras la marcha de Byrne la serie de Hulka sólo sobrevivió 10 números más.
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